Mi vida transcurría con normalidad, con sueños, emociones, sentimientos, responsabilidades laborales y familiares; experimentando momentos alegres y otros un poco tristes, pero entendía que la vida consiste en eso: aprender, desaprender, reir, llorar, equivocarse, ayudar, lograr metas, etc.
Mi cuerpo empezó a cambiar, apareció una anomalía que debía revisarme; porque eso sí…consciente del autocuidado, el área médica me informa que requiero exámenes así que procedo a hacerlos, en un primer momento ecografía mamaria pero como no fue suficiente, luego me realicé una biopsia y cuando llega el resultado….todo cambia, porque lo que decía el documento era “Cáncer de mama”.
Ahí estaba, con varios sentimientos, miedo, tristeza, angustia, incertidumbre pero decidida a seguir adelante. En mi historia primero visité al mastólogo quien me dice que debe amputarme el seno, noticia que me dolió no sólo en el cuerpo sino en el alma.
Luego de esa cirugía que produjo en mí dolor y angustia, me miro al espejo y al verme sin una mama, decido transformarme, decido nacer como MujerAmara. Porque me veía hermosa, con todo mi potencial y fuerza para seguir logrando cosas a pesar de no tener una mama, era increíble que el espejo me mostrara todo lo que tenía y no lo que me faltaba, y con amor renazco para acompañar a quien pase por lo mismo, porque en eso que me mostraba estaba mi capacidad de creación y arte, así que utilicé todo mi talento para crear prótesis que fueran complemento a todo mi proceso de recuperación integral.
Los médicos me dicen que no es suficiente con la amputación vivida, que era necesario caminar del lado de la quimioterapia parte del viaje de la sanación y así lo hice, fueron momentos incómodos pero al final gratificantes porque corroboré lo valiente que soy. Creí que ya era todo, pero no fue así, y entendí por qué era importante que pasara radioterapia y con fuerza y amor las terminé.
Mi decisión de acompañar y transformar la vida de las mujeres que atraviesan un proceso igual o similar al mío. Y es por esto que MujerAmara es una mujer, es movimiento, es luz, fuerza femenina, es el desbloqueo frente al trauma de sentirse incompleta y sentirse fea; es para la mujer reencontrarse con la belleza y la feminidad perdida; es fuerza contenida que se libera hacia la luz, es volver a mirarse y volver a creer en sí misma.
De la mano de varias entidades busco llegar a más mujeres cada día, por lo que tengo unos aliados que además de ser humanos contribuyen a cumplir mi misión que a la vez también es la suya.